viernes, 30 de septiembre de 2011

Hipocondría


Hoy he ido en bus. Había varios universitarios como yo, al igual que la mayoría de las veces que hago el trayecto que hice hoy.
Me he ido para la parte trasera del bus, donde había un grupito de estudiantes de medicina, hablando de sus cosas. De esas de las que suelen hablar los médicos.
Yo como buen estudiante para la docencia que soy, me mantenía al margen de su conversación, no sin poner un oído a lo que decían, aunque fuera inevitable, ya que emitían un tono de voz considerablemente audible.
Por lo que he podido pillar, hablaron de varios temas en concreto, casi todos referentes a la salud y a la medicina. Una chica decía que su perro tenía en el intestino "una larva o gusano que se llamaba solitaria o algo así que tiene otro nombre pero no me acuerdo"... "Tenia", me dije para mis adentros. Ese es su nombre. Aunque no voy a decepcionar a la pobre estudiante de medicina diciéndoselo así, sin más.

No quiero parecer descortés aquí, inhibiendo las facultades de estudio, inteligencia y comprension que tienen los estudiantes de medicina en general; ni mucho menos quiero meterme con los estudiantes de medicina.
La cuestión es que hablaron de varios temas más, y, en varios momentos, barajaron desagradables posibilidades sobre ellos mismos, atribuyéndose a sí mismos supuestos problemas de salud, y supuestas posibles enfermedades que ellos aseguraban que podrían portar.
Mi conclusión ante tal conversación ha sido evidente. Y no quería generalizar, pero es que no es la primera vez que llego a tal colofón: los estudiantes de medicina, farmacología y demás son unos hipocondríacos. El contenido médico que les meten todos los días en la cabeza les hace ver enfermedades por todos sitios, donde no las hay. Les hacen aquejarse por doquier de enfermedades que en realidad están lejos de contraer.
Solo espero que las facultades de medicina cuenten con un gabinete de psicología...