Me resulta muy curioso cómo el avance en la construcción de un Internet cada vez más rico y diversificado redunda en la aparición de “multiconversaciones”, conversaciones ramificadas que deberían realizarse a partir de un tema determinado y que se desarrollan de manera paralela en diversos soportes. El punto de inicio de esas conversaciones, en opinión, y hablando razonadamente, puede ser una entrada en el blog, en Twitter o en Facebook o un largo etcétera; y su objetivo sería debatir sobre dicho tema.
El problema de estas multiconversaciones radica en el mal uso que hacen de ésta sus usuarios. Desde los inicios de servicios de mensajería instantánea que permiten multiconversación con varios contactos, tales como Windows Messenger, dichas conversaciones son creadas y usadas sin ningún motivo, solo para divertirse y pasar un buen rato.
Hasta ahí, esto no supondría un conflicto social dejando aparte la notable dependencia de Internet que esto genera, pero la cosa puede empeorar, hasta llegar a convertirse en un problema psicológico muy serio para algunos de los participantes en estas conversaciones.
El hecho es que, habitualmente, y cada vez con más frecuencia debido al avance de las redes sociales, se va poco a poco creando algo así como un "grupo"; una asociación por así decirlo que crea y usa estas multiconversaciones a diario y en un entorno que, con el tiempo, llega a ser agobiante, contraproducente, y en algunos casos, muy perjudicial para sus usuarios.
Generalmente, una vez que uno de esos grupos de personas (que puede variar con el tiempo, siendo en todo caso, el mismo grupo en esencia) que habla por multiconversaciones, con el mero propósito de pasar el rato, muy a menudo, se crea una mentalidad, y un ambiente y entorno común para todos sus miembros sin excepción. En el caso concreto de que en esas conversaciones todo lo que se habla tenga objeto cómico, de burla, o simplemente para pasar el rato riendo por cualquier tontería, el ambiente y mentalidad que se crea, por pura lógica, llega a ser muy perjudicial para aquellas personas que tienen preocupaciones mucho más importantes que, simplemente, divertirse. Ese ambiente y mentalidad malo y perjudicial, es, por consiguiente, contraproducente para dichas personas, hasta el punto de que, cuanto más vulnerable y propensa sea una persona objeto de esa nueva mentalidad, más perjudicial es para ella psicológicamente hablando, hasta el punto de cambiar seriamente para peor su vida social, haciéndole ver las cosas de la manera contraria, y estropeando sus propósitos, conductas y desafíos sociales.
En fin, la conclusión de esta entrada es que, las multiconversaciones, que tan de moda están, habitualmente generan un proceso lógico, verídico e irreversible, que puede llegar a terminar totalmente con la mentalidad crítica y social de una persona.
Espero que os haya gustado esta entrada y que os haya hecho reflexionar.